jueves, 1 de marzo de 2012

TRANCO XV



Las tabernas siempre fueron para mí viveros de apuntes. En una del Barrio Chino de Barcelona, un borracho se lo pasaba en grande consigo mismo: gesticulaba, hablaba bajito, canturreaba...y no dejaba de sonreir. 
Nada que ver con EL BEBEDOR DE ABSENTA, de Picasso -engominado y cadavérico-,
ni con EL BEBEDOR DE AJENJO, de Valentín Thibon -cecijunto y meditabundo-.
Le tomé varios apuntes desde diversos ángulos sin que en ningún momento reparara en mí; y con ellos, mucho tiempo después, pinté un cuadro de pequeño formato.
Pensé en titularlo EL BEBEDOR DE TINTORRO, pero opté por una frase que alguien me dijo en una taberna de pueblo y que me hizo mucha gracia.




EL VINO MATA AL MICROBIO / óleo sobre tela / 50x61 / 2005 / adquirido




Pero seguía atrayéndome el primer título que pensé, así que se me ocurrió pintar éste.
ESTUDIO PARA "EL BEBEDOR DE TINTORRO" / aguada de óleo y lápiz sobre tela / 89x116 / adquirido




Y un día, cogí barro y modelé la cabeza.










********************

No hay comentarios:

Publicar un comentario