martes, 3 de abril de 2012

TRANCO XVII

GALERÍA
  
Algunos de los cuadros pintados en la década de los 80. 



La mujer sólo está en la imaginación del pintor, fundida con el paisaje. La clave está en la silla: lo único que proyecta sombra.

DESDE ESTA SILLA MIRABA LOS CAMPOS / óleo sobre tela / 73x91 / 1981 / adquirido



EL ALMENDRO (Autorretrato de invierno) / óleo sobre tela / 100x73 / 1981 / propiedad


"Voy a endurecerme la piel
y amurallarme los flancos
para vivir como un olivo:
enraizado".

DESDE ESTE OLIVO, DOS MIL AÑOS ME CONTEMPLAN / óleo sobre tela / 117x89 / 1982 / adquirido


"Olivos 
los olivos verdes,  
verde viejo.  
Tierra roja  
para el olivo verde.  
Vieja tierra roja  
-vieja y tierna- 
para el olivo verde,  
verde y viejo."

OLIVOS / ceras sobre papel / 44x64 / 1983 / adquirido




Hace veintinueve años que lo pinté... y sigo igual.

NO ENTIENDO NADA / óleo sobre tela / 46x61 / 1983 / propiedad



LA TORMENTA / óleo sobre tela / 73x61 / 1985 / adquirido

Donde se demuestra que una simple mosca posada en el cuadro, cuya sombra se proyecta sobre los distintos planos que ha creado el pintor, dá al traste con su esfuerzo por crear una ilusión de profundidad.

LA FICCIÓN DE LOS PLANOS / óleo sobre tela / 89x116 / 1985 / adquirido


"Soñé una olivera  
que fundía en el cielo sus ramas. 
¿O era un cielo que enraizaba  
en una tierra soñada?" 

En esta mujer-olivera (cuyo apunte puede verse en el Tranco anterior) se aprecian las piernas, los senos, el hombro y antebrazo izquierdo y, sobre él, el perfil de su cuello, cabeza y melena.
En su gestación, ya había encontrado el fondo y el cuerpo-tronco del olivo hasta los senos... y seguía sin saber cómo era la copa. Tras varios días de tentativas me vi incapaz de encontrarla; así que bajé el cuadro del caballete y lo puse de cara a la pared, castigo que aplico a los cuadros que me derrotan, en espera de mi revancha. 
Había pasado más de un año cuando, buscando un lienzo apropiado para una obra que tenía en mente, di de nuevo con él. Al ver el esbelto cuerpo que, aún enraizado, parecía elevarse en un vuelo, supe de golpe cómo debía de ser la copa: alas. Y mientras, con una íntima satisfacción imposible de explicar, pintaba, escribí el breve poema del principio.
OLIVERA, junto a PAISAJE CON OLIVO Y VIENTO ( 1ª entrada -El porqué-), EL VIEJO OLIVO HA MUERTO (Tranco I), GUERREROS ANCESTRALES (Tranco III) y EL ÁRBOL DE MI SANGRE (TrancoVI), GUANTÁNAMO ( 1ª entrada -El porqué-) y PAISAJE ORGÁNICO (Tranco VI) son mis obras favoritas. Curiosamente, de las siete, cinco son olivos: quizá alguna vez lo fui, aunque no me acuerdo. 

(Tras leer lo que acabo de escribir, pienso en el mucho tiempo que hace que no pinto un olivo. Voy a ponerme a ello porque ahora mismo tengo una enorme curiosidad por saber cómo será. Y si al final "es", lo veremos aquí.)    



OLIVERA / óleo sobre tela / 73x100 / 1985 / adquirido


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